Iglesia Parroquial de la Asunción
Está situada al norte del casco urbano, junto a lo que fue la puerta de la villa. El 12 de abril de 1592 se declara a esta iglesia bajo la advocación de «Nuestra Señora de la Asunción». De esta forma se la distingue de la anterior iglesia de San Miguel, a la que parece unida desde que se tiene conocimiento de los Libros de Fábrica en el archivo Diocesano de Palencia (año 1554). Es muy posible que el actual pórtico de entrada (románico del siglo XII) perteneciera a la antigua iglesia de San Miguel, situada en la parte opuesta a la actual (mediodía del pueblo), relatada más abajo.
En el exterior destaca, orientado a levante, el magnífico ábside gótico de piedra de sillería. Presenta forma pentapoligonal marcada por los contrafuertes, colocados simétricamente unos frente a otros. Entre ellos, a excepción del tramo central, cuatro vanos de arco apuntado y divididos por maineles; la parte superior de las ventanas van decoradas en estilo gótico, con roeles y vegetación. Recientemente se han colocado unas artísticas vidrieras con simbolismo litúrgico.
Por el otro lado, orientado a poniente, el campanario, una torre robusta, de planta cuadrangular de tres cuerpos superpuestos separados por impostas y con vanos para las campanas. Es posible que parte de los materiales procedieran de la otra torre de la iglesia de San Miguel. No se conoce la fecha exacta de construcción, pero se tiene constancia de las obras entre 1785 y 1790, según el Archivo Diocesano.
Adosado al muro norte de la nave, un cubo de piedra, en cuyo interior se localiza la capilla de San Pedro, mandada construir por Juan Martín de Castro en 1630, como panteón familiar. El muro sur, entrada principal de la iglesia, sorprende por la suma de estilos que reúne. Frente a la citada capilla de San Pedro se abre otra, mandada construir en 1561 por el entonces obispo de Palencia, don Pedro de la Gasca, pacificador del Perú, para disponer de una capilla digna para recibir el bautismo. Este hecho produjo la rotura del muro liso, constituyendo un falso crucero en una iglesia de una nave. Luego se mandó alargar la sacristía, continuando el portal, soportado por cuatro espléndidas columnas de piedra, cuyos capiteles van decorados al gusto renacentista con figuras de animales, cabezas humanas y mitológicas.
El interior es austero, si bien está primorosamente decorado con retablos e imágenes valiosas. Se aprecian dos etapas en la edificación: la primera en construirse parece ser la Capilla Mayor, por el gótico de finales del siglo XIV, en bóveda de crucería; y la segunda, el resto hasta el final, adosado a la torre.
Partiendo del ábside, el techo estrellado de seis puntas, de cuyos vértices parten nervios que confluyen en la clave central, con parecida disposición del primer tramo de la nave, unidas por un nervio longitudinal. Un grueso arco toral separa esta zona del resto de la nave, que aparece cubierta de bóveda de cañón. A los pies, el coro, construido en 1554 por Luis Pérez y un órgano, construido en 1559 por Diego de Soto y Andrés Argüello. En 1700 se decide vender el órgano y construir uno nuevo, que queda instalado en 1748 y cuesta 10.598 rls. Desapareció a primeros del siglo XIX.